A los 17 años de edad, se había casado con una prostituta de temperamento tan corto que sus peleas solían acabar a ladrillazo limpio en las calles de la ciudad. En breve, la prensa exageraba los resultados con soltura, y The New York Times titulaba que el compositor austríaco «de hecho te vuelve más listo». Durante esta centuria apareció en Italia el madrigal, una composición para varias voces, normalmente de tres a seis, sin acompañamiento, sobre un texto que solía ser de lírica popular.